Homilía de Monseñor Aupetit, Misa de la Fiesta de la Dedicación de la Catedral de Notre Dame de París
Sábado, 15 de junio de 2019. Catedral de Notre Dame de París
– Homélie de Mgr Michel Aupetit – Messe de la fête de la dédicace de la cathédrale Notre-Dame de Paris.
– Homily delivered by Mgr Michel Aupetit : mass celebrated on the feast of the dedication of the Cathedral of Notre Dame de Paris.
Dedicación viene dedicatio qué significa consagración. La dedicación es la consagración de una iglesia al culto divino. Lo que celebramos con la dedicación cada año es la razón profunda por la que Notre Dame fue edificada : manifestar el impulso del hombre hacia Dios.
La catedral nació de la fe de nuestros ancestros. Manifiesta la confianza en la bondad de Cristo, su amor más fuerte que el odio, su vida más fuerte que la muerte y la ternura de nuestros padres hacia la Virgen María, su madre. Quien él nos confió como su bien más preciado justo antes de morir en la cruz.
Esta catedral nació de la esperanza cristiana que discierne mucho más allá de una pequeña vida personal centrada sobre sí mismo, para entrar en un proyecto magnífico al servicio de todos, proyectándose mucho más allá de una sola generación.
Nació también de la caridad, ya que abierta a todos, la catedral es refugio para pobres y excluidos que encontraban aquí protección. De hecho, el Hôtel-Dieu, que estuvo siempre asociado a la catedral, era el símbolo de esta acogida incondicional de pobres y enfermos.
¿Sentimos vergüenza de la fe de nuestros ancestros ? ¿Sentimos vergüenza de Cristo ?
Sí, esta catedral es un lugar de culto, es su finalidad propia y única. No hay turistas en Notre Dame porque este término es a menudo despectivo y no hace justicia a este misterio que empuja a la humanidad a venir a buscar un más allá de sí mismo. Este bien cultual, esta riqueza espiritual, no pueden ser reducidas a un bien patrimonial. Esta catedral, obra común al servicio de todos, no es más que el reflejo de las piedras vivas que son todos aquellos que penetran en su interior.
¿De verdad podemos, por ignorancia o por ideología, separar la cultura y el culto ? La etimología misma muestra el fuerte lazo que existe entre los dos. Y lo digo con fuerza : una cultura sin culto se convierte en incultura. No hay más que ver la ignorancia religiosa abismal de nuestros contemporáneos, en razón de la exclusión de la acción divina y del Nombre mismo de Dios en la esfera pública, invocando un laicismo que excluye toda la dimensión espiritual visible.
La catedral es el fruto del genio humano, es la obra maestra del hombre. La persona humana es el fruto del genio divino, es la obra maestra de Dios.
Cuando los dos se unen en la persona de Jesucristo, verdadero Dios y verdadero hombre, entonces se lleva a cabo la verdadera alianza entre lo trascendente y lo inmanente (Cielo y Tierra). Es aquí y ahora en esta catedral, en cada una de nuestras Eucaristías celebradas, que se realiza esta Alianza, cuando el cuerpo de Cristo compartido por todos, nos abre a la vida eterna.
Lo menos que se puede decir es que estamos muy felices de celebrar esta misa para devolver a Dios lo que es de Dios y al hombre su vocación sublime .
Monseñor Michel Aupetit,
Arzobispo de París.